viernes, 3 de abril de 2015

LOS FÁSERS DE STAR TREK


"Fáser" (phaser) es un acrónimo de Phased Energy Rectification (Rectificación de Energía por Fase), y es el nombre con el que se describen las armas estándares y más comunes entre el personal de la Flota Estelar. Basados en el disparo de rayos de partículas, los fásers personales pueden matar o aturdir a un enemigo, pudiéndose usar esta última opción para controlar multitudes. Los fásers montados en las naves espaciales pueden dañar los escudos o sistemas de terceros, e incluso cortar el fuselaje de una nave.
Los fásers están basados en el efecto rápido nadion. Los efectos perturbadores de estas descargas pueden ser controlados para producir comportamientos diversos, abarcando desde los más benignos hasta los extremadamente destructivos. Los rayos de plasma fáser, como haces de partículas que son, viajan más lentos que la velocidad de la luz, variando aparentemente según la escala de su emisor.
Los fásers personales son de tres tipos:
  • fásers de tipo 1 (fásers de mano): pequeños y ocultables con facilidad.
  • fásers de tipo 2: más grandes, aunque también portables en las manos. Tienen un emisor similar al tipo 1 pero una empuñadura mayor. Algunos modelos usan empuñadura de pistola.
  • fásers de tipo 3: también llamados rifles fásers. Equipados con un cañón más largo, e incluso en ocasiones con una segunda empuñadura, estas armas pueden disparar pulsos o haces. A lo largo de sus siglos de uso ha habido multitud modelos.
Además de las versiones portables, los fásers también pueden usarse para equipar naves, tal es el caso de los fásers de tipo 4 empleados por la Flota Estelar en las naves de transporte o en otras naves pequeñas. Están montados en forma de grandes bancos/matrices Fásers, existiendo diversos modelos, tal es el caso de los poderosos fásers de tipo 8.
Los fásers pueden sobrecargarse, ya sea deliberadamente o mediante sabotaje. Un posible método para sobrecargarlos requiere deshabilitar las medidas de seguridad de las que dispone el sistema de energía del arma. Esto permite transferir la energía desde las células de almacenaje a la cámara de predisparo para, después, retornar a la célula de almacenaje a más velocidad de la que éstas pueden absorberla, provocando así una sobrecarga. Un fáser en proceso de sobrecarga emitirá un sonido agudo distintivo.
Unos sesenta segundos después del inicio de la sobercarga, el arma libera toda su energía mediante una explosión capaz de dañar considerablemente el área circundante. En 2266, Lenore Karidian intentó asesinar a James T. Kirk ocultando un fáser en sobrecarga dentro de su cabina (TOS: "The Conscience of the King"). En 2269, Kirk, McCoy, y Sulu estuvieron a punto de ser asesinados en la estación del planeta Kalandan cuando la computadora de defensa fusionó los controles del fáser de Kirk, causando una sobrecarga.
El personal de la Flota Estelar no sólo usa los fásers como armas, sino también como herramientas para calentar y perforar rocas. Sin ir más lejos, Worf usó un fásers de tipo 2 para abrir un túnel en el planeta Cardasiano Celtris III.
En función de su configuración y modelo, cada fáser emite un sonido diferente al ser disparado. Así, los disparos de los fásers de la federación emiten habitualmente un sonido muy agudo, por citar un caso. Una persona adiestrada puede reconocer el tipo de fáser guiándose por el sonido emitido.



SU HISTORIA
 principios de la segunda mitad del Siglo XXI, el clima de la Tierra cambió drásticamente como resultado de la Tercera Guerra Mundial. En un esfuerzo por ir controlando el caos reinante se desarrollaron sistemas de redirección de tormentas eléctricas. Dichos sistemas fueron apareciendo en el transcurso de la segunda parte del Siglo XXI. La tecnología se basaba en la atracción del rayo por antenas capaces de modular una frecuencia electromagnética. Dicho grupo de antenas creaban un espacio en el que el rayo de tormenta tenía una probabilidad de impacto absurda, es decir, estadísticamente imposible.
A finales del Siglo XXI se pensó en aprovechar la energía del rayo de forma productiva, por lo que se desarrolló un láser de luz ultravioleta capaz de descomponer las moléculas de O2 en O al paso del haz. El mayor de todos los problemas, fue diseñar una transacción de cargas en una atmósfera que posee grandes masas de aire en movimiento. La solución se basó en el aprovechamiento de los cambios de fase de las antenas en combinación con el haz láser ultravioleta y los iones libres de oxígeno, para inducir la caída del rayo en el punto colector. El éxito de este tipo de centrales eléctricas fue notable.
A principios del Siglo XXII, la tecnología avanzó y, lo que antes ocupaba un territorio de una ciudad, ahora se logró encapsular. La base era la misma: lo que antes eran distintas antenas modulando frecuencias electromagnéticas, ahora era un circuito capaz de modular de la misma forma. A ese circuito se le llamó Matriz de Energía. El láser ahora encapsulaba el trazo de energía, y no tenía por qué ser ultravioleta. Ya no se trataba de atraer energía, sino de proyectarla. La utilidad del láser se basa en suministrar el armónico que dota de integridad al haz de electrones que se deben de desplazar en línea recta. Dependiendo del armónico, los electrones se desplazaban como partículas con una densidad predeterminada por el armónico o como ondas encapsuladas en el haz de matriz de energía suministrado.
En el siglo 23 los diseños del fáser usado habitualmente por la Flota Estelar se basaban en versiones anteriores, heredando tecnología de las armas de fase (pistola y cañón de fase), estando éstas a su vez precedidas por diferentes tipos de armas láser (caso de las pistolas láser). Los nuevos materiales y formas de cristales, permitían concentrar los haces de partículas cada vez más eficientemente. En este siglo, la Flota Estelar decidió comenzar a aplicar la tecnología fáser introduciéndola a comienzos del año 2257, cuando un joven James T. Kirk sirvió como operador del control de fáser a bordo del USS Farragut. Los rifles fásers fueron usados a comienzos del 2265, aunque por aquel entonces aún no formaban parte del armamento estándar de las naves, estando los oficiales armados solamente con pistolas láser.
Dicha tecnología se fue desarrollando progresivamente y, ya para el siglo XXIV, sus aplicaciones se observaban en las denominadas Sala de Hologramas, capaces de proyectar fases de energía en base a una matriz y a un campo de contención. Los fásers regenerativos fueron diseñados para funcionar en presencia de campos duonéticos, campos de plasma y otros entornos en los cuales el fáser normal no podía operar. Como nota histórica, el arma fue escogida para estas operaciones en detrimento del rifle TR-116.

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