Proponen un nuevo tipo de esfera de Dyson prácticamente indetectable
La
esfera de Dyson es uno de los conceptos más fascinantes de la física y
la ciencia ficción. ¿Y si una civilización extraterrestre fuera lo
bastante avanzada como para construir una megaestructura alrededor de
una estrella y así aprovechar su energía? Dos científicos tienen una
nueva teoría al respecto.
El concepto original
de esfera de Dyson debe su nombre al físico Freeman Dyson, quien lo
planteó en un artículo de la revista Science de 1960. El investigador no
entraba a teorizar cómo o quién podría llegar a construirse semejante
estructura, sino simplemente se planteaba cuáles serían sus propiedades
térmicas si existiera, y qué tipo de señal emitiría en los instrumentos
que utilizamos para medir el universo.
Aunque es
una hipótesis de ciencia-ficción, muchos físicos se han planteado en
serio la idea y han debatido sobre las características técnicas que
tendría que tener semejante ingenio. Hasta se han llevado a cabo estudios astronómicos
en busca del rastro de infrarrojos que dejaría un objeto estelar así.
Si hacemos caso a lo que han calculado los físicos Ibrahim Semiz y Salim
Ogu, de la Universidad de Bebek, en Estambul, si las esferas de Dyson existen podrían ser casi indetectables por el momento.
La
explicación que ofrecen Semiz y Ogu es una cuestión de tamaño. Para que
una esfera de Dyson sea viable desde el punto de vista de la vida tal y
como la conocemos, su superficie debería estar a una distancia de la
estrella que esté dentro de su zona habitable. En otras palabras,
debería tener un radio de al menos una unidad astronómica (la distancia que separa la Tierra de nuestro Sol).
La mayor
parte de estudios concuerdan en que, aparte del volumen de material
necesario para construir semejante esfera colosal, una estructura así
plantea muchos problemas. La gravedad en su superficie interior sería
mínima y serían necesarias fuentes de gravedad alternativas, solo por
citar un inconveniente.
Enanas blancas
Recreación artística del sistema binario Sirius.
La teoría
que plantean Semiz y Ogu es que las estrellas que serían candidatas
ideales para construir una esfera de Dyson, si existiera tal cosa,
serían las enanas blancas. Estos remanentes estelares pueden ser
realmente pequeños en términos astronómicos. La estrella Sirius B, por
ejemplo, tiene un diámetro estimado de 12.000 kilómetros (más pequeña
que la Tierra).
La zona
habitable alrededor de una enana blanca de estas características es
mucho más pequeña, y construir una esfera de Dyson alrededor de ella
sería una empresa más viable aún sin salir del terreno de la ficción más
desbocada. Los investigadores calculan que, para construir una esfera
de un metro de espesor alrededor de una enana blanca sería suficiente un
volumen de material similar al de la Luna.
Por otra
parte, una estructura de este tipo tendría una gravedad más parecida a
la de la Tierra. Si semejante artefacto existiera, la radiación emitida
por la enana blanca es tan débil que el rastro infrarrojo propuesto por
Dyson sería completamente insuficiente para detectar la esfera. En otras
palabras, los seres humanos no podríamos detectar estos objetos con los
medios actuales ni aunque existieran.
Se da la
curiosa circunstancia que el tamaño de esfera de Dyson propuesto por
Semiz y Ogu podría ser de en torno a un millón de kilómetros de radio,
lo que concuerda con lo que imaginaron los guionistas de Star Trek: The Next Generation en el capítulo Relics. [Universidad de Bebek vía MIT Technology Review]
Fotos: ADN y Star Trek.
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